Marcelo Lira Segovia trabajando en esculturas

Trabajando un Olmo octogenario de la calle Los Olmos obsequiado por gente de la Municipalidad de Macul.

El Autor de las obras, Marcelo Lira Segovia.

Las obras presentes en este blog son propiedad de Marcelo Lira Segovia.

Trabajando en el taller

Modelando en plumavit

viernes, 25 de marzo de 2016

EL CUCHIVILU mitología de Chiloé (pluma, 21 x 27 ctms)





 EL CUCHIVILU
mitología de Chiloé
(pluma, 21 x 27 ctms)

EL CUCHIVILU
ser mitológico de Chiloé.

El Cuchivilú es un ser con la mitad superior del cuerpo en forma de cerdo. Muy robusto, con largos colmillos y ojos saltones, su parte inferior es la de una culebra muy gruesa. Vive en lugares pantanosos, siempre a orillas del mar, enterrado en el fango y sólo deja su trompa al aire para poder respirar. La presencia del hombre le irrita.
Dicen que la hembra puede dar a luz hasta 12 crías y que sus tetillas con que los alimenta se encuentran dispuestas en su espinazo. Generalmente, en los primeros tiempos de las crías, ellas les proporciona sus alimentos favoritos, que son exclusivamente ostras y almejas pequeñas en etapa de crecimiento. Este ser es odiado por los pescadores, ya que destruye los corrales de pesca, sistema que utilizan los chilotes para varar peces. Disponen en la playa un cerco hecho de varas, tejidos como canasto y muy juntos unos de otros, de tal modo que sólo sea posible que el agua de mar puede escurrir o filtrarse. Este corral tiene la forma de una herradura, y su abertura se ubica hacia la tierra, de esta manera el corral permanece cubierto por la pleamar y cuando la marea baja, quedan atrapados grandes cantidades de peces y mariscos que luego, en fácil recolección, el chilote dispone en canastos. Esta es una ingeniosa manera de pescar, que es aprovechada también por el Cuchivilu, que aparece en los corrales destruyéndolos por completo. Arrasa con los peces y mariscos hasta saciar su apetito a la vez que remueve la arena con su hocico igual que cualquier cerdo terrestre.
Los chilotes lo detectan por los gruñidos y la huella inconfundible que deja, por lo tanto no vuelven a usar más aquel corral por miedo a la sarna que deja en la arena el cuerpo de este animal.
Algunos corrales son reparados despues de un tiempo y "Limpiados" por medio de una ceremonia especial llamada "Chepu", con lo que se les quita el embrujo.

EL PINCOY mitología de Chiloé (acuarela y pluma, 21 x 27 ctms)




 EL PINCOY
mitología de Chiloé
(acuarela y pluma, 21 x 27 ctms)

EL PINCOY
ser mitológico de Chiloé.

Posee un cuerpo de foca color acerado brillante y de gran tamaño. Tiene en su extremidad superior, una cabeza humana. Quienes lo han visto, lo describen como poseedor de un rostro masculino de formas muy bellas; ojos profundos y labios sensualmente varonil, así como una hermosa y espingada nariz. Su cabellera la describen con ondulaciones, larga y dorada, su cuello es grueso y las aletas y cola se ven más grandes que el de una foca normal.
Algunas versiones señalan que sus aletas son largas como un brazo y que efectivamente posee manos y dedos con membranas. Es factible, pues se reconoce al Pincoy como adicto a la música y que el sonido producido por su flauta confeccionada de caña es lo que más  llama la atención.  También se dice que con su música hace entrar en frenesí  a la Pincoya en sus bailes a orilla de la playa, ya que él, acompaña a la Diosa del Mar  apostado en una roca y le canta con su melodiosa voz.
Los relatos dicen que él es hermano de la Pincoya y que también es su esposo. Existiría entre ellos un amor incestuoso, pero también hay versiones que dicen que se trata del mismo personaje que sufre un desdoblamiento. Pincoy y Pincoya serían lo mismo, solo que a veces se presenta de un modo masculino y otras de femenino, pues lo dos representan la fecundidad en los mares. Pero este decir no podría explicar entonces el hecho de que cuando la Pincoya baila, es él quien siempre la acompaña con sus cantos.
Se cuenta que el Pincoy se siente atraído por mujeres de cuerpos voluptuosos que se acercan a la costa a "mariscar" y que cuando lo desea, concreta una conquista. Se cuentan también algunos casos que de estas uniones han nacido seres idénticos al Pincoy, pero que sólo han logrado vivir unas pocas horas.
El Pincoy es hijo del Millalobo. Su deber en los mares, lagos y lagunas es vigilar la normal reproducción de las especies que habitan las aguas. Su padre lo nombró administrador de sus dominios y muy en especial en el tema de la fecundidad.

EL INVUNCHE, mitología de Chiloé (acuarela y pluma, 21 x 27 ctms)



 EL INVUNCHE
mitología de Chiloé
(acuarela y pluma, 21 x 27 ctms)

EL INVUNCHE
ser mitológico de Chiloé.

El invunche, es el Portero de la Cueva de Quicavi (centro de reunión de los brujos). Es llevado hasta la cueva por las brujas que lo secuetran apenas ha nacido. Es alimentado desde pequeño con leche de gata negra y carne de chivo. Ya adulto, con carne humana sustraída de los cementerios. Su cuerpo comienzan a atrofiarlo a temprana edad, la  pierna derecha es quebrada y torcida para quedar sobre la espalda, esto impide que el Invunche pueda alejarte demasiado de la entrada de la cueva. En su madurez, aislado y sin poder abandonar su puesto, aprende a comunicarse con alaridos aterrorizando a aquellos que por casualidad se acercan. Si un "Limpio" (persona que no se relaciona con la brujería) lo ve accidentalmente, se transforma para siempre en lo que llaman un "Enlesado" (embrujado, que pierde el juicio, la razón). Si por algún motivo llegaran a existir muertes causadas por la peste, se cree entonces que al Invunche le han dado de palos por la noche o alguien le ha soltado una jauría de perros salvajes y no lograron matarlo. Entonces la vengaza del Invuche es lanzar peste y acabar con toda la comunidad cercana. Su cuerpo está cubierto por pelusas y parece un chivo viejo. Los únicos que pueden mirarlo son sus amos, los "Pelapechos" (Brujos). Se dice que la carne de este ser cura cualquier enfermedad y es por ello que los brujos se pelean o reparten el cuerpo su cuerpo una vez fallecido.